La vida no es algo que nos sucede
Se cruzan en mi camino unas palabras de Victor E. Frankl, psíquiatra austriaco que en los tres años que paso en campos de concentración nazis perdió a su mujer, a sus padres y a un hermano y estuvo a punto de perecer de fiebre tifoidea él mismo. De alguna manera sus palabras expresan mejor que nadie, seguramente porque él es la fuente de la que han bebido aquellos que me han enseñado a mi, las ideas que sustentan este blog y el trabajo de Avatar Psicólogos.
Dos son las ideas fundamentales que Victor E.Frankl empezó a desarrollar a la temprana edad de los 19 años y que llenaron todo su trabajo y vida:
– La vida no es algo que nos sucede, somos nosotros quienes la hacemos y la dotamos de sentido, somos responsables de nuestra existencia.
– El sentido último se halla más allá de nuestra comprensión y así deber permanecer.
“Puedo ver que detrás de la tristeza de la situación existía el potencial del descubrimiento de un sentido para todo aquello y, por lo tanto, que podía transformar un sufrimiento aparentemente sin sentido en un logro genuinamente humano. Estoy convencido de que, en un análisis final, no hay situación que no contenga la semilla del sentido”. (1)
“No tienes que sufrir para aprender, pero si no aprendes del sufrimiento sobre el que no tienes control, entonces tu vida pierde verdaderamente todo el sentido […]. La manera en que una persona acepta su sentido, esas cosas que escapan a su control, puede añadir un sentido más profundo a su vida. Controla entonces la manera de responder”. (2)
“Al ser humano se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”. (2)
Yo, humildemente, no tengo más que añadir…
(1) “Victor Frankl Recollections: an Autobiography”. Nueva York, Penum Press, 1997.
(2) “El hombre en busca de sentido”. Barcelona, Herder 2004.
No voy a opinar, sólo quiero hacer unas preguntas.
¿Cómo elegí yo mi vida desde que naci, si no tenía aún conocimiento para ello?. ¿Cómo la elegí en la niñez y en la adolescencia?. ¿Elegí yo a mis familiares?. ¿Elegí tanto años díficiles? ¿Cómo se puede obtener un beneficio de una enfermedad, si no has terminado una y comienza otra? ¿Cómo se puede elegir el camino, si cuándo has escogido uno la vida te lo parte en dos y te obliga a ir por los guijarros? ¿Cómo se puede elegir el futuro, o esperarlo, si en el camino te encuentras tantos obstáculos?.
Así podría estar horas, haciendo preguntas, pero no sé si las contestaciones me convencerán. Para mí son díficiles, muy díficiles, espero sacar todo lo bueno de todo lo que estoy pasado y he pasado, pero no sé como ¿cómo?.
Preguntas, preguntas, preguntas …. toda la vida preguntando, y al final, cuándo casi todo ya ha pasado, he encontrado quien me las conteste, quizás sea demasiado tarde, tengo muchas preguntas sin contestar, desde que nací, ¿Nací así o para esto?.
Demofila, espero que estas palabras de Antonio Machado respondan a alguna de tus preguntas:
“Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar…”
Un abrazo.
Si tienen algo de verdad esas teorías que hablan de que venimos a este mundo a aprender y que elegimos las circunstancias que más nos ayudan a hacerlo es evidente que la elección no viene del mismo sitio desde el que tú haces las preguntas. Hay cosas que son demasiado profundas para nuestra limitada corteza cerebral.
El problema es que a veces estamos tan centrados en hacer preguntas sobre “el problema” y pelearnos con él que no dejamos espacio para que desde otro lugar del cerebro surjan las respuestas, Einstein decía que un problema no se puede resolver en el mismo plano en el que surgió, hay que ir a uno superior y yo… ¡no voy a contradecir a Einstein!!
Gracias por las palabras que nos regalas, una forma más poética de decir lo mismo
Vaya, darle sentido a la existencia humana.Interesante tema, Antonio. Has dado en la llaga…
Nuestra actitud ante el sufrimiento. Esa es la llave que nos abre las puertas de la libertad. Encarar las adversidades con asertividad para no caer en la trampa de la angustia y el sin sentido.
Actitud positiva y fortaleza interior para, poco a poco, contestarnos a nuestras preguntas. Preguntas que surgen de experiencias vividas que creíamos haber solventado pero que aún esperan ser resueltas. Y resolverlas significa liberarnos de aquello que nos provoca sufrimiento, paralizándonos sin dejarnos avanzar para seguir construyendo nuestra vida. Etapas del pasado que perduran en nuestra mente como consecuencia del miedo intenso que nos impide afrontarlo. El miedo en sí, es inexistente, porque luchamos contra fantasmas, y lo que debemos hacer en realidad es enfrentarnos a lo que sí se puede solucionar, a lo que sigue presente, a la realidad, nuestra realidad. Cambiar nuestra actitud es mejorar nuestra calidad de vida. De nada sirve lamentarse una y otra vez sin movernos del sitio, bloqueados. Reaccionar es avanzar, es aprender, asimilar, aceptar, es sentir cada momento. La vida hay que vivirla, con lo bueno y con lo malo, porque nuestra vida es nuestra, es única, y de nosotros depende encontrar aquello con lo que nos sentiremos orgullosos de vivir la experiencia que se nos otorga, porque la vida no nos sucede, no esperemos nada de la misma pues es ella la que lo espera de nosotros……..
Loose, tu comentario llega al corazón. Creo que ya tengo contestación a algunas de mis preguntas. Eres profunda, llegas al fondo, muy al fondo, y consigues que comprendamos la realidad de la vida, que lo pasado es pasado y que hay que afrontar el futuro, con lo bueno y con lo malo.
Espero seguir tus pasos, y llegar felizmente a esas mismas conclusiones, que quiero asumir, y llegar, como tú, a ese final feliz, y ver ese paisaje que tu ves cuándo limpias el salón de tu casa.
Besos, amiga.
Vaya, vaya, Doc, ¡qué bien hablas!, creo que me conoces y que sabes que tengo mi dignidad intacta, es muy valiosa para mí, no la he vendido ni la vendo.
La dignidad con la libertad forman un duo muy díficil de separar, separadas no valen nada.
¿Preguntas?, muchas, el que no pregunta es que no ha llegado al fondo de la vida; es porque la vive superficialmente, la vida hay que exprimirla, como una naranja, hasta la última gota, y que cuándo llegue esta última gota te sientas satisfecho por lo que has hecho, y también, ¿Por qué no?, por lo que has dejado de hacer, porque no te ha dado tiempo a tanto.
Para sentirse alegre, hay que haber estado antes triste; para apreciar la salud, hay que haber estado antes enfermo; para estar tránquilos hay que saber lo que es la ansiedad. LLevas razón, todo enseña en la vida, lo bueno y lo malo, y hay que coger todo lo que nos beneficie de las dos partes.
Creo que llenas de vida mi blog, te invito a continuar participando, yo, como ves, sigo en el tuyo, le soy fiel, pero al mio también le dedicaré su tiempo.
Besos desde el alma
Demofila, corazón. Me alagan tus palabras.
Me alegra que te den una poquita de luz. Es esa misma luz la que yo recibo. Pues tendiendo la mano a otra persona, nos la tendemos a nosotros mismos. Porque todos tenemos apagones en ciertos momentos de nuestra vida y necesitamos un poquito de aire que nos ayude a solventar los pensamientos que nos invaden. Mi Ser está provisto de mucho aire, mucho y mi deseo es que no nos falte oxígeno nunca, a nadie. Que el equilibrio sea la base de nuestras vidas. Y lo lograré, estoy segura de que lo conseguiré…..
Buenas noches a todos:
Aceptar el desafio de vivir y sobrevivir, esa es la cuestion, no? Es un tema dificil porque como bien dice Demofila nos encontramos con muchas preguntas sin responder.
Y estoy de acuerdo con Loose (son preciosas tus palabras), todo se resume en la actitud que adoptemos ante la vida. Pero no hay que olvidar que estamos afectados por el entorno y casi siempre actuamos según nuestras percepciones y en base a ellas elegimos, Y SIEMPRE HAY UNA ELECCION!!
Pero a mi personalmente, y sabes Antonio que soy una mujer con inquietudes, me atormenta una cuestión, sobre la que he estudiado mucho y sobre la que no obtengo respuesta, ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de nuestras percepciones?
Porque vereis soy una persona que para mi trabajo tengo mucha claridad mental y por eso soy valorada y muchas de las decisiones que tomo a diario las baso en lo que percibo, por tanto puede decir que la mayoria de la veces no me equivoco. No obstante, en mi vida personal, en mis relaciones personales no tengo esa misma claridad, no percibo la realidad como es y por tanto no soy capaz de tomar las decisiones adecuadas, voy de un lado a otro, sin orientación y eso me preocupa porque siento que estoy en un desequilibrio continuo.
Siento que soy un juguete de las circunstancias y que no tengo libertad. Y es entonces, cuando me pregunto: ¿Que sentido tiene mi vida? y ¿hacia donde voy? y sufro porque siento que no puedo controlar las emociones, las reacciones, etc..
Pero es precisamente en estos momentos dificiles, cuando me enfrento a mi destino y cuando crezco espiritualmente y decido como quiero vivir. Y como hace poco leí: La realidad cotidiana representa una oportunidad y un desafio: o bien se puede convertir la experiencia en victoria, la vida en un triunfo interno o bien se puede ignorar el desafio y limitarse a vegetar.
En definitiva, somos seres libres y responsables de nuestras acciones, porque somos los unicos que a través de nuestras decisiones y de nuestras facultades y entorno decidimos que queremos SER y el sentido que queremos darle a nuestra vida.
Un saludo a todos.
Demofila, precioso tu post sobre Marbella.
Escribi unas palabras que no se guardaron, soy un poco torpe para esto.
Te comentaba que tienes toda la razon lo mejor de Marbella es su gente, yo llevo trabajando alli mas de dos años y la gente es encantadora.
Muchas felicidades!!
¿Hasta qué punto es capaz de influir el entorno en nuestra percepción sobre las cosas?
La percepción es una sensación interior, proveniente de una impresión material de nuestros sentidos. Cada uno lo vemos de una forma diferente y se supone que debemos actuar conforme a esa particular visión de lo que ha resultado ser para nosotros esa apreciación. Entonces cómo somos capaces de dejarnos “manipular”… ¿En qué lugar quedaría nuestra autonomía? Esa que poseemos en ciertos aspectos y comportamientos para con algunas situaciones que se nos presentan, y en cambio, en otros/as anulamos esa libertad para sucumbir a lo que no deseamos en realidad. Eligiendo por tanto lo mejor para los demás no lo mejor para nosotros. Sintiéndonos encarcelados dentro de nuestra libertad.
¿Pueden más los vínculos afectivos que nuestra estima?
¿Son capaces de modificar nuestra conducta o somos nosotros los que nos dejamos llevar por la de los demás? ¿Nos auto inhabilitamos? ¿Somos cobardes? ¿O tal vez nos sintamos culpables por ni siquiera haber llegado a dañar? ¿Es nuestra vulnerabilidad la que nos hace débiles? ¿O nos debilitamos como consecuencia de una eterna lucha entre el miedo y la “posible” culpa?
Desde luego sea como sea, es nuestra capacidad de enfrentarnos, con conciencia, con confianza, con franqueza, que no flaqueza enmascarada, a todo aquello que intente frenar nuestro crecimiento. Y es precisamente esa capacidad la que debemos desarrollar y/o exteriorizar ya que a veces se nos olvida que para que el mundo gire con nosotros, hemos de hacerlo nosotros con él.
Dicen que el sentido de la vida aparece cuando ya está vivida en su totalidad. A mí me gusta pensar que la vamos sintiendo poquito a poco, día a día, aunque algunas circunstancias nos impidan avanzar con tranquilidad, también seamos capaces de sentir aquello que nos duele o que nos haga sufrir porque así nos dará un toque de atención para reaccionar.
Fuera máscaras, adios a no priorizarme yo, que mi vida vale muchísimo y no estoy dispuesta a dejarla pasar conformándome con chantajes e imposiciones, bye a las conductas autoritarias y a proyecciones negativas, que cada cual cargue con su mochila, que con la mía ya lo haré yo.
Besos para todos.
Mod, gracias por tu comentario a mi glosa a Marbella, como ves la quiero, y quiero defenderla, se me ha ocurrido comenzar una poesía así:
Marbella, preciosa,
levanta tu cara,
esa cara hermosa,
mirando hacia el cielo,
y piensa en las cosas
que aquellos te hicieron.
No sé como la terminaré, pero algo es algo, puede ser el principio de otra glosa a mi pueblo, al que quiero, porque me vio nacer, crecer, y finalizo aqui la frase, sería muy triste el final.
Loose, cariño, naturalmente que cada uno cargamos con nuestras mochilas, son las mochilas de nuestras vidas, unas veces más pesadas y otras más ligeras, pero tendremos fuerzas, en nuestras espaldas y en nuestras almas, para soportar el peso, que, con nuestra fuerza, volveremos libiano.
Creo que yo nunca he llevado mascara ni he aceptado el chantaje, así me fue en mi trabajo, fui defenestrada tras 27 años en el mismo puesto de trabajo, un puesto de importancia, pero las personas que sabían no les servían a los nuevos gobernantes de este pueblo, si me hubiese puesto esa mascara de que hablas y me hubiese vendido, otro gallo me hubiera cantado, pero, ya sabes, la libertad y la dignidad no tienen precios, las dos juntas, son inseparables. Eso pienso y he pensado desde que nací, y crecí con esa constante de mantenerme impasible ante todo y ante todos, pero la vida a veces me ha desviado, ultimanente más, pero creo que venceré a la vida.
Mod, lo he dicho, quien no tiene preguntas, es que no vive la vida en profundidad, sólo pasa superficialmente por ella, las preguntas son las respuestas a tus vivencias, son importantes para mantenerme firme, y si no tienen respuestas, hay que buscarlas, dentro de ti, la niña, esa niña que dicen que llevamos dentro, alguna vez querrá contestarte, me han dicho que hay que mimar a la niña, pero a veces no se deja, es un poco arisca, tenemos que convencer a esa niña que nos ayude, que no nos grite para poder oir la voz de los demás y la de nuestro corazón, que es, el que al fin, nos llevará por caminos seguros y llenos de felicidad.
Esta noches estoy filosófica, se ve que El Mundo de Sofia me está impactando, cuánto más lo leo más clara veo las cosas, los filosofos eran sabios, y sabian que el mundo salió de un átomo, y de ahí todo lo demás, que nada viene de la nada, y que todo tiene su explicación, las cosas buenas y malas que nos pasan, y que tanto de unas como de otras, sacaremos algo que nos ayudará en nuestros andares por los caminos de nuestro futuro, incierto pero que, si queremos, seguro que llegará.
Os quiero, estos intercambios de opiniones están llenando mi vacio, ese vacio que no se llenaba con nada, me estáis ayudando a seguir con paso fuerte por estos caminos, en el que nuestras almas se unen para ayudarse unas a otras, y que sigamos unidos cuando finalice este andar por la vida, cuándo el ángel nos acompañe sobrevolando las nubes, y veamos, desde arriba, todo el mundo, pequeñito, como es en realidad, pero hermoso.
Besos, os quiero.
El único hijo de una amiga ha muerto, aún no tenía los dos años. Intentar siquiera imagimar su dolor resulta insoportable para una madre, como yo.
En esos difíciles momentos ella sólo pensaba en cómo iba a llenar ese vacío, su vida se iba con él.
Es difícil encontrar el sentido a la vida en estas circunstancias. Resulta casi imposible aceptar que esta situación tenga algún sentido, y que éste no debamos de saber cual es…
Yo desde la lejanía de su dolor no puedo comprenderlo, ella, inmersa en él, menos aún.
Quizá la vida no sea algo que nos sucede, pero en ella suceden acontecimientos que escapan total y absoluntamente de nuestro entendimiento.
Tienes razón anónimo, hay ocasiones en que no podemos dominar la vida, que nos quita, cuándo quiere, sin tener en cuenta nuestros sentimientos, lo que más queremos, destrozando nuestros corazones.
No quiero ni pensar lo que puede doler la muerte de un hijo/a, sólo de pensarlo me dan ganas de llorar, no me puedo poner en el lugar de tu amigo, lloraría con él y por él.
La vida hay veces que nos vence, aunque haya quién diga lo contrario, los acontecimientos futuros de la vida no los podemos preveer, ni con nuestra alma, que a veces nos engaña, y, cuándo es destrozada, se da cuenta de que el engaño ha sido inutil, que al final todo llega, bueno o malo, todo llega.
Lo siento de veras, da animos a tu amigo, lo necesitará, y, si es un buen amigo, te lo agradecerá.
Lo siento en el alma, Anónimo. No sabes cuánto lo siento. Al leerlo, un nudo enorme se ha apoderado de mi garganta y el temor vuelve a adueñarse de mi cuerpo. Tengo un hijo y es terrible pensar que la vida me lo pueda arrebatar algún día. No hay consuelo, no hay palabras, ni emociones con las que expresar lo que se siente aun no conociendo a tu amiga de nada. Ahora solo queda estar a su lado y apoyarla. Dejar que exprese todo su dolor y animarla de manera que no se pierda con su pérdida.
Ánimo y mi más sentido pésame.
En primer lugar, un beso para anónimo, comparto tu dolor.
Siguiendo la ley natural, nuestros hijos deben abandonar este mundo después de haberlo hecho nosotros. Cuando, como en el caso de la amiga de anónimo, lo hace antes, resulta incomprensible a nuestro entendimiento. Pero, si atendemos al título de este post, LA VIDA NO ES LO QUE NOS SUCEDE…
No quiero parecer deshumanizada, ser madre es lo mejor que me ha pasado, y he intentado transmitir a mi hijo mi amor incondicional y mi entrega por encima de cualquier otra cosa, en definitiva, el verdadero AMOR.
Partiendo de esta base, creo firmemente que no debemos aferrarnos a nada ni a nadie a lo largo de nuestra vida, nosotros somos libres como lo son nuestros hijos (aunque los amemos por encima de todo, nada nos pertenece ), y, nos iremos llegado el momento, cuando nuestra misión esté finalizada, como también lo harán ellos. Nadie conoce el día o la hora, tan sólo debemos aceptarlo.
Cuando reflexiono sobre la muerte, tanto mía como de mis seres queridos, siempre he tenido la certeza de que todos pasaremos a un lugar mejor, y, ello es lo que me hace no pensar en la muerte como algo terrible, sino como un viaje más cuyo destino debe ser maravilloso.
He visto muy de cerca cómo se marchaban dos personas muy jóvenes y, he podido comprobar, cómo sus madres han SOBREVIVIDO con “alegría y amor” a la muerte de sus hijas, creo que es el mejor ejemplo para el resto de sus familias y para todos los que, con nuestro cariño, las hemos rodeado a lo largo de los años posteriores a su muerte. Desde aquí, mi más profunda admiración.
Besos
Gracias Rocio por tu comentario para anónimo, la verdad es que a mi no me queda mucho por añadir. A veces la vida nos impone obstáculos tremendamente difíciles de superar y mucho menos de entender. Supongo que nuestra capacidad es demasiado limitada para ver un orden en la muerte de un hijo. Por mi trabajo en intervención en crisis he trabajado con muchas madres y padres en este tipo de situación, es imposible “imaginar” lo que sienten pero no he dejado de admirar el coraje y la fuerza con la que algunos de ellos han conseguido levantarse del desgarro sufrido, encontrándole incluso un sentido a tan difícil experiencia. Desgraciadamente también he visto a madres pelearse contra la vida y dejar de vivirla, centrarse en la culpa (para evitar un dolor sin duda desgarrador) e imponerse el castigo del sufrimiento o vivir en un continuo rechazo de lo que ha pasado, y en consecuencia de todo lo demás.
Las posibilidades son multiples y dependen de muchos factores, nuestros recursos, educación, valores, etc. es ahí donde radica nuestra libertad para elegir la respuesta y yo respeto todas las elecciones, desde el afrontamiento hasta la decisión de dejar de vivir, aunque creo que la misión de los que estamos alrededor de estas personas es ofrecer el apoyo y la fuerza para que puedan transitar por el dolor sintiéndose acompañados y seguir viviendo (y no solo sobreviviendo o esperando a la muerte). Aunque siempre desde el respeto.
Creo sinceramente que no se quiere más a alguien que se ha ido por dejar de vivir, incluso a veces el respeto por el que no está es recordarle con amor en nuestra vida, y la vida puede estar llena del amor del que no está porque nunca se podrá ir de nuestro interior. Nuestra sociedad fomenta el sufrimiento como muestra de amor, aunque en mi opinión el amor está más unido a la vida que a dejar de vivir.
Aunque desde luego toda pérdida requiere su tiempo de duelo y en esos momentos encontrar un sentido es realmente difícil e incluso innecesario, primero permitirse el dolor, después ya veremos…
Desde aquí, anónimo, te invito a que, si puedes, estés al lado de tu amiga sin imponerle nada, solo haciéndole sentir que tú estás ahí. A los demás muchas gracias por vuestra enriquecedoras palabras.
No sé si superaría la muerte de un hijo, de un nieto o de mi pareja.
Tuve una tía, Pepa, para mí una segunda madre, o quizás la primera, que perdió un hijo con 21 años, enfermo de corazón, aunque era pequeña, aún me acuerdo de él.
Mi tía jamás, nunca, volvió a vestirse de color, siempre de negro, por su hijo, por el hijo que la vida le dió y la vida le quitó. La vida es ingrata, creo que no hay ni habrá una persona como esa tía, a la que lloré con amargura con el cielo se la llevó, porque seguro que está en el cielo, se lo merecía.
Se recogió el pelo con un moño, bajo, y estuvo años sin quitarse el velillo de luto de aquellos tiempos, nunca se sobrepuso a esa pérdida, creo que nunca dejó de llorarlo, era fuerte, pero sentía en el alma que había perdido parte de su corazón, se lo había llevado su hijo, el más joven, creo que no merecía morir tan joven.
Repito, la vida es ingrata, da unos fuertes golpes de dolor, pero pienso que, en nuestra alma debemos guardar el recuerdo de la persona que nos falte, y así mantenerla viva dentro de nosotros.
Yo creo que mantengo así a mi tía, a mi padre, pero desgraciadamente, no tengo más huecos en ella de momento, no quiero mantener el recuerdo de dolor, de la intrasingencia, de la imposición, ese recuerdo me dolería más, quiero apartar los malos recuerdos, me oprimen y oprimen mi alma.
Mod, dile a tu amiga que guarde el recuerdo de su hijo en su alma, que así siempre lo mantendrá vivo, apoyala, sin agobiarla, que no se sienta atosigada por nadie, dejale la libertad de llorar, de desahogarse, y díle que ese angel que se le ha ido, está junto con los demás angeles del cielo, esperando con cariño el momento de reunirse con ella, así su recuerdo será menos doloroso.
Mi ánimo no acepta tanto dolor, no quisiera sentirlo nunca, ruego a Dios que su angel, el que nos lleva arriba de las nubes, venga primero a por mí, el sufrimiento me rebasaría, no quiero más sufrimiento.
La tristeza me invade con solo pensarlo.
Perdonadme, esto me ha afectado, tengo dos angeles, preciosos, mis nietos, y siento miedo por ellos.
Besos. Os quiero.
Gracias por vuestro apoyo.
Un beso
Hola a todos:
Anonimo siento muchisimo lo de tu amiga, hoy su dolor tambien es el mio.
Sabes la mejor manera de ayudar a tu amiga es estar a su lado, no hace falta hacer o decir nada, simplemente acompañarla en su dolor hasta que encuentre el consuelo que necesita.
Te sentirás impotente en muchas ocasiones porque no vas a encontrar palabras que la consuelen pero el sentarte con ella y estar a su lado, le hará mucho bien. Si te cuento esto es por experiencia propia, asi que mucho animo para las dos.
Besitos.