La soberbia
Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.
Francisco de Quevedo.
Escribir sobre la soberbia no es, en realidad, nada fácil. Así que podemos entender la frase Quevedo y asumir que de todos los pecados capitales, muy probablemente este, junto con la envidia (y a los que personalmente yo les veo relación) son de los más difíciles de vencer, o superar… que no imposible. Para muchos, es el pecado capital de los pecados capitales.
En nuestro imaginario, la persona soberbia es una persona altiva, que encuentra satisfacción menospreciando a los demás, una persona que abanderada en y por su orgullo se considera en situación de mirar a los demás “por encima del hombro”… Es aquel o aquella, que en base a unos baremos un tanto particulares se considera “mejor que los demás”.
Como vemos se trata de un punto de partida complicado y a priori que parece poco puede aportar a quien lo sufre.
Es, en su ceguera, peligroso. Puesto que el soberbio nunca reconocerá tal “virtud”. Están tan cerca del espejo que dejan de verse. Tan concentrado en el sí mismo que no se reconoce en la imagen que los demás le devuelven de sí mismo y, muy probablemente por eso, los rechaza. Porque la persona soberbia no ignora, no es capaz de ser indiferente, sino que desprecia.
En su vertiente más negativa, la soberbia nos recuerda a esas personas que con tamaña autoconfianza, impiden que nadie les pueda aportar, enseñar, mostrar… puesto “que todo lo saben”. Son personas vestidas con el traje del puercoespín que les protege, pero también les impide ser acariciados. Es un orgullo tal el que padecen que se alejan de aquello que nos hace humanos: la humildad.
No en vano, soberbia y orgullo son sinónimos a pesar de las diferentes acepciones que después han adoptado.
Pero esto nos permite enganchar con la parte positiva del pecado: el orgullo. De lo que se trata (como pasaba en la pereza) es de encontrar el equilibrio justo y no “pecar” ni por exceso ni por defecto de orgullo. Ya hemos visto que el exceso de orgullo es la soberbia, pero también es peligroso el defecto. Puesto que el orgullo de uno mismo, de lo que soy, de lo que hago, es entendido como el requisito mínimo de la asertividad. Si no hay orgullo no puedo decir “no”, me tengo que plegar a los deseos del otro. Y decir no es un derecho que todos poseemos.
Detrás de la soberbia hay miedo. Miedo de no ser bueno. Miedo de no ser suficiente. Miedo de no ser capaz. Y muchas veces la mejor manera de maquillar el miedo es aparentando ser todo lo contrario, y por eso que el soberbio ataque continuamente, puesto que para algunos la mejor defensa es un ataque. Y sobre todo atacará a aquellos que le reflejen las carencias que trata por todos los medios de esconder (tanto a los demás como a sí mismo porque es un proceso completamente inconsciente, eso es lo que lo hace tan difícil), tanto a los que percibe como exitosos a los que tratará de rebajar para dejar de sentirse tan inferior, como a los que percibe como incapaces que le recuerdan eso mismo que percibe en sí mismo.
Cuando reconozcamos un soberbio entre nosotros, recordar que se trata de un maquillaje puede ser reconfortante, que es sólo una persona con miedo tratando de sobrevivir y ser querida (aunque la mayoría de las veces consigue justo el efecto contrario lo que hace que se ponga más a la defensiva y se eternice el problema). Del mismo modo que cuando reconozcamos la soberbia en nosotros (eso ya será un gran paso para superarla…) un trabajo de honestidad, de preguntarnos y tratar de reconocer a qué tengo miedo, nos hará más libres. Puesto que la soberbia es un traje demasiado pesado para quien lo padece.
Decía Mateo Alemán que la soberbia ataca con dos dardos: la ira y la envidia.
Nuestros próximos posts.
En primer lugar, quisiera felicitar a uno de los anónimos de la anterior entrada por haber logrado recuperar la felicidad y la plenitud, su VIDA. A veces, por no decir siempre, remover en las entrañas es la mejor manera de alcanzar la armonía con uno mismo, te doy las gracias de corazón por haber reflejado una poquita de tu luz alcanzando remover las mías.
Y con respecto a lo que hoy corresponde…
La soberbia nunca fue buena compañera, destruye todo con lo que tropieza, empezando por nosotros.
Es ese exceso de amor propio el que nos emborracha y nos incapacita para ver la realidad tal cual es. Y si somos incapaces de percibir nítidamente lo que “es” y como “es”, es sinónimo de desconocimiento de nuestro propio autoconcepto. Reconocer nuestros atributos, nuestras características, cuáles son nuestras virtudes y cuáles nuestros defectos, cualitativa y cuantitativamente, implica reconocer lo que somos, lo que poseemos y lo que nos “falta”. No porque nos falte en sí mismo, sino porque, inconscientemente, lo alimentamos con nuestras inseguridades, haciendo los honores a una baja autoestima, escudándonos en esa prepotencia que nos aleja de las buenas relaciones con nuestro entorno.
Todos tenemos un propósito en la vida o un talento especial, no para menospreciar al otro, sino algo que podemos ofrecer a los demás, algo por lo que sentirnos orgullosos. Ofrecer, exteriorizar, mostrar e incluso yo me atrevería a decir que regalar, y porqué no, compartir, para seguir creciendo como personas.Para reflejarnos y reflejar, para valorarnos y valorar, con humildad.
No se puede construir una vida plena desde la arrogancia, no se puede pretender la libertad estando dentro de una celda, desde la autocontemplación sin ni siquiera ser capaces de admirar las cualidades de los demás.
Abrazos.
Me hace muy feliz saber que mi testimonio haya podido iluminar a alguien, transmitiendo un rayito de esperanza.
Muchas gracias a tí también por todo lo que nos regalas.
Besos
Loose, después de lo scrito por ti ¿qué escribo yo de la soberbia que tu no hayas escrito?.
Voy a escribir lo que dijo Maquiavelo de la soberbia: “La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”.
He conocido muchos de estos, antes insolentes, ahora humildes, antes prepotencia, ahora humildad, pero el daño está hecho, los soberbios no respetan nada a los demás, se les imponen, o lo intentan, a los inferiores los humillan siempre que pueden, y casi siempre lo hacen, pues se van a hacerlo con los que no saben defenderse, con sus superiores son otra cosa, dos caras, una humilde, para el de arriba, y otra prepotente, para el inferior.
No se dan cuenta que el poder no dura siempre, que, tarde o temprano, tendrán que bajar de esas alturas a la que ellos mismos se han puesto, y se encontrarán con todos aquellos a los que han humillado, cara a cara, y, creo, que no lograrán mirarlos de frente, abajo serán humildes, y abajo tienen que llegar con el tiempo, el tiempo nunca miente, y a los soberbios menos, a estos los pone en su sitio.
Orson Welles dijo:”Cuándo subas en la escala social de la vida, mira con mucho respeto a los que vayas sobrepasando, porque los encontrarás al bajar”.
Esto es verdad, una gran verdad, abajo nos encontraremos todos.
A veces es la prepotencia compañera de la soberbia, esa prepotencia que tienen algunos, en la que esconden sus miedos, miedo a ser inferiores, a no ser lo suficientemente inteligentes para conseguir algo, a no llegar a la altura que se espera de ellos.
¿Qué hacen en estos casos?, servirse de sus inferiores para hacer lo que no son capaces de hacer, y, luego, ellos se ponen los laureles de la victoria, esto lo suelen hacer muy bien.
No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti, esta es mi máxima en la vida, aqui todos somos iguales, cada uno se gana el pan de su casa con el trabajo que sepa desempeñar, no hay que menospreciar a nadie por su trabajo, todos nos ganamos el pan con el sudor de nuestra frente, de una u otra manera.
La soberbia engendra odio en los demás, solamente ganan con ella enemigos y rencores, los soberbios se apoyan en los que son menos que ellos para engreirse, y pasan de los que más valen para no desengañarse.
Se podría estar escribiendo sobre la soberbia horas, tiene muchas cocnotaciones, muchos pecados que se deviran de ella, creo que la envidia es uno de ellos, a la soberbia le sucede la envidia, porque los soberbios, en su incapacidad, envidian a los que son capaces de hacer lo que ellos no pueden.
Acabo, esto sería largo, creo que no debemos caer en este pecado, la humildad con los demás nos dará más amigos en la vida, un cara a cara, mirarse a los ojos, la verdad, todo eso es lo que nos acompañará siempre, si sabemos tratar a los demás con el respeto que cada persona se merece.
Un abrazo para todos.
Demofila
A mí realmente, me dan mucha pena. Cuando ves al soberbio/a expresándose en su máxima esencia, se ve claramente al niño interior asustado, indefenso, falto de recursos y de cariño…
Es cierto que la vida junto a un soberbio/a puede convertirse en un infierno , y, que ellos mismos se transforman en sus peores enemigos,pero, cuando un soberbio grita, está gritando de un modo desgarrador su necesidad de ser querido, cuando utiliza el desprecio como arma de defensa, está diciendo que necesita por encima de todo seguridad y amor, esperando siempre que todo venga de fuera, desconociendo que es únicamente a través de ellos mismos como pueden conseguir todo lo que necesitan.
El soberbio/a también sufre y lo pasa mal, aunque intente aparentar lo contrario…
Besos
No compadezco al soberbio, hace mucho daño a los suyos, quiere imponerse sobre todos, sufre, no lo sé, sí sé que hacen sufrir, y mucho.
Lo siento así, y no me duele, la soberbia es la enemiga de la humildad, es muy dificil que el soberbio llegue a ser humilde.
Es mi opinión, y respeto todas las demás.
Hasta pronto,Demofila
Por propia experiencia se que la vida junto a un soberbio/a es un infierno para todos los que tienen que convivir con él o ella.
Yo tampoco compadezco al soberbio porque hace mucho daño y jamás piden perdón a pesar del daño que hayan hecho. Creo que disfrutan con ello.
Yo respeto profundamente vuestras opiniones, pero, por “suerte”, yo he convivido durante años con un ser extremadamente soberbio y, no tengo más que palabras de agradecimiento hacia él por contribuir a convertirme en la persona feliz que hoy soy. Sin él, y su inestimable “ayuda”, el abrirme al CAMBIO no hubiera sido posible.
Besos para todos
Yo también respeto todas las opiniones, pero mi vida ha estado ligada siempre a imposiciones, y he conocido personas muy, muy soberbias, ahora son humildes, no les queda otro remedio, el daño que han hecho ahora les duele a ellos, pero no les dolía cuándo eran soberbios.
Esto deja siempre una cicatriz en tu alma, cicatriz de dolor, dolor del alma, se cura con el tiempo, resurges de todo lo que has vivido, pero perdura la cicatriz, aunque no duela, te ha marcado para siempre.
Estoy de acuerdo con Rocio,todo esto sirve para formarte y hacerte fuerte en la vida, pero lo pasado se supera, olvidarlo, creo que no, siempre está en tu subconsciente, aparece en tus sueños, te ataca cuándo estás indefensa, cuándo tu cuerpo descansa para recuperar fuerzas, y eso te hace despertar desorientado, no sabes si estás en el presente o en el pasado.
La fortaleza es hermana del dolor, el dolor que te ha dado esa fortaleza, pero que puede que esté trás ella.
No veo con claridad lo de la soberbia, o prepotencia, o, quizás, inmadurez, incapacidad, todo esto se puede igualar a la soberbia, ésta es muy ámplia, abarca muchas situaciones, hay que saber reconocer como es la persona en cada caso.
En fin, acabo, esto tiene mucho que escribir y opinar.
Un abrazo para todos, Demofila.
Convivir con la soberbia es como descubrir la otra cara de la misma moneda.
Aunque se manifieste arrogante e irascible, refleja su otro Yo. Su Yo más inseguro, más débil, más necesitado. La soberbia es tan solo una coraza con la que se oculta ese niño indefenso para paliar su dolor. Y mientras siga con ella puesta, seguirá reaccionando de la misma manera y empeorando su conducta, especialmente en las relaciones afectivas, llegando a proyectar en los demás su malestar.
Pero confío en que, al igual que el comportamiento del soberbio abre los ojos, “ayuda”, como hacen referencia en otro comentario, a los que se encuentran a su alrededor, éste a su vez, en alguna situación, en alguna de las pruebas a las que nos somete la vida pueda ver a través de los ojos de la humildad, se reconcilie consigo mismo y decida cambiar el rumbo a lo largo del camino.
Loose, creo que los soberbios ven con ojos de humildad sólo cuando los han bajado de la cima en la que ellos mismos se han alzado, antes no, antes amargan la vida a los demás. La humildad sólo aparece en los soberbios cuándo están indefensos, y no tiene a nadie a quien castigar con su prepotencia.
Los soberbios sólo aprenden cuándo la vida les dan palos.
Por desgracia he conocido a unos pocos, y, salva excepciones que confirmen la regla, viene siendo así, cuándo están abajo no son los mismos, son irreconocibles, a sus propios ojos y a los ojos de los demás.
Besos, guapa, tu amiga Demofila.
Rocío enhorabuena por tu aprendizaje, ciertamente, en tus palabras no se aprecia ni rencor ni soberbia, cosa ésta que denota que has sabido sacarle el jugo a las malas experiencias, las que realmente nos ayudan a crecer y evolucionar. Además tus palabras llevan un halo muy bonito de amor, perdón, comprensión y tolerancia. Espero que vayais dejando migitas por el camino para que los que estamos en la busqueda podamos reconocerlo con facilidad.
Saludos.
Carla.
Hola Carla:
Por tus testimonios anteriores, me he sentido muy identificada contigo y con la que fue mi vida hace unos años,e, incluso mi pasado más inmediato.
El camino no ha sido fácil, me he empeñado con todas mis fuerzas en conseguir el estado de paz y gratitud en el que ahora me encuentro, pero, he de decirte que esta meta alcanzada no ha sido tan sólo producto de mi esfuerzo.
Sin la colaboración de Antonio, estoy completamente segura de que el encuentro con mi propia LUZ no se hubiera producido de una manera tan rápida, eficaz ni auténtica.
A mí él nunca me dijo lo que tenía o debía hacer con / en mi vida, pero tenía la total certeza entre sesión y sesión que las decisiones que iba tomando eran las correctas para alcanzar la felicidad.
Estoy segura de que te encuentras en la senda adecuada y que con tu valentía, tesón y coraje llegarás donde desees.
Besos
Pienso que es una emoción muy compleja, cuyo origen es más bien socio-cultural y que su aparición depende del grupo social en el que se halle inmerso el sujeto. Es decir, se manifiesta solamente dentro de un contexto determinado.
Por eso comentaba, Demófila, que estas personas pueden modificar su conducta después de enfrentarse a algo inesperado para ellos, algo que les haga cuestionarse su estado de certidumbre, alguna situación que realmente le abra los ojos a la realidad. Y, aunque les cueste al principio, poco a poco su actitud irá cambiando, y ahí estaremos los demás, para acompasar.
Muchos ánimos para Carla.
Abrazos para todos.
Hola:
Rocío, Loose, muchas gracias por vuestros ánimos y mensajes de esperanza. Siempre es de agradecer una mano amiga, unas palabras de aliento, una mirada… “CARIÑO”. Sin saberlo, llenais un poquito mi vacio interior. Sinceramente gracias.
Carla.
Iba a comentar algo ayer, cuándo llegué de la comida de los trabajadores de mi empresa, eramos casi 500, muchos, me dieron una placa por los 45 años de antigüedad, me emocioné, pero comprobé que soy querida por todos, es la cara de la moneda que no tienen los soberbios.
Siempre me ha gustado alternar con todos y ayudar a todos en general, ahora desde el Sindicato lo puedo llevar a cabo, la vida te da lo que siembras, si siembras cariño, eso recoges, cariño de todos, abrazos, besos, y felicidad, mucha felicidad.
Allí, al parecer, hay una persona trabajando que ha sido muy soberbia, me amargó bastante la vida durante su época de jefatura, me perseguía, no me quería ver ni en pintura, y mira, ha bajado, pero no se atrevió a dar la cara, a los soberbios les cuesta mucho aceptar que ya no están en la cima, sobre todo a los que son con esta persona, pero como al subir miró a todos con altanería, ahora se ve que no quiere ser visto por los que ateriormente han sido despreciados por ella, pero abajo está, y supongo que ya se quedará ahí para siempre, o quizás en un sitio peor.
Estoy contenta de lo que he sembrado durante estos años, Loose me gustaría que lo hubieras visto, habrías disfrutado conmigo, seguro, me acordé de ti, de veras, me hubieras dicho una palabras como las que sabes escribir tan bien.
Aún estoy emocionada y agradecida, y contenta, plena, pletórica, por sentirme tan acompañada y querida en el día de ayer.
Os quiero a todos, Loose, Rocio, Carla, Anónimo, Avatar.
Besos a todos.
Con amor del bueno y creo que me durará toda la vida.
Dicen que la soberbia es el abismo donde suele desaparecer hasta el mérito verdadero, creo que lo dijo Montalvo, yo creo que mi mérito está reconocido e intacto.
Besos de nuevo.
Demofila.
Yo también sé lo que es trabajar con una persona soberbia. No sé si voy a ser capaz de salir y encontrar LA PAZ y LA LUZ como ha hecho Rocio. Yo también necesito abrirme al “CAMBIO”.
Gracias a Rocio por dar ánimo con su experiencia
BESOS
Gracias a tod@s. Me acabo de dar cuenta que esto que acabo de hacer es un pequeño paso en mi proceso de cambio. Antes habría sido incapaz de hablar con vosotr@s.El soberbio del que os he hablado me ha hecho dudar hasta de mi “ser”
Hola anónimo:
Efectivamente, el soberbio/a te va anulando lentamente y va minando tu autoestima, hasta que un día tocas fondo y buscas ayuda como me ocurrió a mí, y la fórmula fue:
FUERZA + GANAS DE LUCHAR + AVATAR = LUZ + TRANSFORMACIÓN + CAMBIO
En definitiva, la consecución del tan deseado tándem serenidad – felicidad.
Besos y mucho ánimo (QUERER ES PODER)
Ya veo que todos hemos sufrido las consecuencias de la soberbia, pero la mejor manera de atajarla es haciéndole frente, son tan cobardes como soberbios, no aguantan un cara a cara, ni que se les diga la verdad.
No voy a contar mi historia, cada uno se enfrenta a sus problemas a su manera, la mía ha sido, desde hace muchos años, enfrentarme a las imposiciones y a los soberbios, cuándo se les ataca se desinflan, como un globo, se quedan sin aire, y casi no te pueden contestar a tus, diremos, agresiones o respuestas. Ya lo dice el refrán, no hay mejor defensa que un buen ataque.
Todos los que estéis debajo de pesonas que tengan este defecto, o como lo queramos llamar, practicadlo, si queréis, estas personas, si te agachas delante de ellos, se suben cada vez más por encima de ti, si les haces frente, se van empequeñeciendo en cada ataque que reciben de la otra persona.
Creo que mi agresividad me ha ayudado a no sentirme anulada en ningún momento, al contrario, me he sentido incentivada para seguir adelante, luchando por mi vida, por mi dignidad y por mi persona, y esas personas que me han querido hacer daño, nunca han visto en mi mala cara ni de tristeza, aunque lo estuviera, guardar las apariencias ante ellos es muy importante.
No sé si esto os servirá de algo, Anónimo y Carla, pero es importante defenderse ante las agresiones de los demás.
Un abrazo de cariño, ánimo, defendéos, no os dejéis ningunear por nadie.
Demofila.
Hola Anónimo,
El paso más importante, sea cual sea la situación, es reconocer que SE ES, ante todo PERSONA. Vivir la vida como un proceso de elección progresiva, paliando el miedo y la inseguridad. Ya que nadie es más que nadie como para menospreciar, infravalorar, reprimir y mucho menos anular al otro.
Ánimo y abrazos.
Loose, creo que llevas razón,el miedo y la inseguridad están contra la propia persona, si se tiene miedo, como dices, se deja de ser persona.
Estoy de acuerdo contigo, en pocas palabras lo explicas muy bien.
Enhorabuena.
Un besazo para todos.
Demofila.
Estimados todos,
he estado estos días fuera combinando viajes de tabajo y de descanso y desde la distancia he estado leyendo cada uno de vuestros comentarios con admiración. No puedo por más que agradeceros a todos y todas vuestro tiempo de decicación a leer y escribir en este blog, el que abráis el corazón a compartir vuestras vivencias y que nos regaléis vuestra sabiduría.
La verdad es que cada uno de vuestros comentarios constituye una luz al final del túnel para alguien y leeros es recompensa sobrada para el esfuerzo que supone para nosotros mantener vivo este blog en fechas tan difíciles como estas.
Y a aquellas personas que me consta nos visitan y que por unos motivos u otros no se deciden a escribir invitaros a romper vuestras reticencias y regalarnos esas reflexiones que están haciendo que este blog alcance el ambicioso objetivo para el que se creo, ser vehículo de reflexión y ayuda para transitar el camino hacía nuestro equilibrio y plenitud como SERES humanos.
Muchas gracias de corazón.
Tal vez esas personas que según tú ‘te consta’ que miran tu blog y no se deciden a escribir sean valiosas y si las leyeras bien y sin vuestra habitual vanidad y censura tal vez podrían aportar mucho. Sé que en tus consultas no siempre tienes gente equilibrada, sana, y una vida interior ordenada ni mucho menos, pero estoy segura de que eres mucho más paciente con ellos que con los supuestos ‘desequilibrados’ que entran en tu blog, me pregunto ¿por que será?. Algunos de esos supuestos ‘agresivos o desequilibrados’ que entran a menudo en tu blog y te critican, podrían enseñarte muuuuucho a ti y a no digamos a Julieta. Llevo tiempo mirando vuestro blog y he visto entrar en él gente muy inteligente y con comentarios muy válidos pero los de siempre os habéis dedicado a enviaros mensajitos en privado diciendo: si entra algún intruso/a no le hagáis ni p…. caso.
Visto lo visto seguiré observándote desde la barrera.
Yo soy aquel, si hay personas que no se deciden a escribir porque no les hacemos sentir cómodas es sin duda un problema nuestro que nos gustaría erradicar, es evidente que ninguno estamos libres de la vanidad o la soberbia y a veces nuestros miedos y defensas no nos permiten escuchar el mensaje que nos ofrecen, pero te aseguro que leemos las cosas más de una vez, e incluso pedimos opinión de fuera, antes de responder cuando nos critican.
Sin duda la critica es una oportunidad para aprender y como con la tuya los miembros de este equipo las escuchamos y analizamos buscando esa posible mejora.
Justo acabo de publicar el post sobre la ira y no creo que haya tratado nunca mal a alguien que haya expresado su desequilibrio o su agresividad, se que una persona que agrede es una persona con miedo.
Pero hay veces que poner límites (desde el cariño y el respeto) es también un acto de amor hacía el otro y de respeto hacía uno mismo.
Y si con las criticas que no hemos escuchado hablas del principito y los anónimos de post anteriores debes saber que también nos han llegado muchas criticas por haber respondido tantas veces tratando de que entendiese que los comentarios personales y no sobre el post estaban fuera de lugar aquí. Supongo que para todos es difícil escuchar cuando no nos dicen lo que queremos.
hola … es muy dificil para mi decirlo pero soy bastante soberbia.. llevo pocos años de vida.. y me escudado de la soberbia para creerme fuerte ante todo.. quisiera que alguien me ayudara a superar este problema tan grave que tengo.. ya que estoy casada y me preocupa perder a mi familia por esto… suplico a alguien si ve mi comentario me aconseje .. por favor…
la soberbia es un pecado, que como todo pecado tenemos que confezarlo ante nuestro Dios, El es fiel y justo para perdonarnos.
Es sin lugar a duda una devilidad del caracter que debe ser tratada y amoldada.
Un ejemplo que tenemos como extrema humildad es la de nuestro Senor Jesucristo que siendo Hijo de Dios se despojo de si mismo tomo la semejanza de hombre y siendo puro y sin mancha entre nosotros vivo; El es el camino la verdad y la vida… si buscas una solucion no hay otra mejor que Jesus… que DIOS TE BENDIGA Jorge Montenegro
Creo que la principal diferencia entre el orgullo y la sobrebia, es que el soberbio desprecia, el orgulloso no. Y es ese desprecio el que lo hace inquerible.
La soberbía es la base de todos los demás pecados capitales, y es fundamentalmente inmadurez. Un individuo no evolucionado. Los niños son muy soberbios y crueles porque no son todavía conscientes de la importancia de la autenticidad y la humildad, como es lógico.
Hola, ya no hay mucha actividad aquí pero aun así quiero hacer mi aportación por si alguien puede darme un consejo. Yo nunca había tratado con una persona soberbia, pero conocí una hace cosa de dos meses. Empezamos a conocernos con la intención de tener una relación cada vez mas estrecha y la cosa iba muy bien, demasiado bien, pero a las tres semanas y algo empezó a sacar su carácter. Por un enfado estuvo toda una semana frío, seco, tratándome con indiferencia… Yo no puedo entender cómo una persona no puede dar su brazo a torcer ni una sola vez, siempre tenía que tener la razón, razonar con él tampoco era posible, porque entonces lo agobiaba decía, y si las cosas no se hacían como él quería pues me decía…te olvidas de mi y ya está. Jugaba con ventaja porque sabía que yo quería seguir con él, y que soy una persona bastante sensible.
Hasta que esta semana se terminó. No accedí a una de sus imposiciones, aunque le he explicado mis razones no las entiende, y después de varios días de indiferencia de nuevo y frialdad conmigo por su parte, decidí dejarle un mensaje diciéndole cómo me sentía, y su contestación ha sido que lo mejor era dejarlo que su carácter fuerte yo no podía soportarlo. Sé que si aceptara lo que él dice podríamos seguir, pero me es imposible, y por otro lado no puedo estar siempre accediendo a lo que él diga. Nunca había tratado con este tipo de personas y la verdad me siento un poco perdida. Tengo ganas de hablar con él, pero por otro lado sé que no me va a servir de nada.
Hola a tod@s, hoy he reflexionado con acontecimientos de mi vida, hoy me he dado cuenta que tengo un gran problema Soy SOBERBIA, y no quiero serlo. Estoy lastimando a gente que quiero, pero no se cómo hacerlo… Si alguien me puede ayudar la verdad es que lo agradeceria, tengas dos hijos y no quiero que mi comportamiento les pase factura. Gracias
Hola, aunque el movimiento ha cesado bastante en el blog, quería contar mi experiencia.
Yo convivo toda mi vida con una persona extremadamente soberbia. No conozco a nadie parecido. Por desgracia siempre he sido el objetivo en el que descarga sus frustraciones, cuando yo era adolescente me enfrentaba a esta persona, ahora la mayoría de las veces lo ignoro haciendo un gran esfuerzo de autocontrol, que no siempre funciona. Ha sido siempre un mecanismo sistemático y repetitivo: episodio de soberbia extrema, discusión-enfrentamiento, no arrepentiimiento por su parte, olvido por la mía. Con el tiempo mi comportamiento ha cambiado, ahora, simplemente su presencia se me hace insoportable.Lleva menospreciandome 20 años, y eso me provoca en ocasiones un profundo dolor, que a veces creo que jamás podré perdonar, creo que cuando consiga perderlo de vista nunca mas volveré a tener trato. Esta persona está en un momento de su vida en el que está sufriendo las consecuencias de su soberbia. Por ello ha tenido momentos de humildad, supongo que pera no verse abocado a la soledad, pero ésto, como digo, son momentos que se esfuman velozmente. Con esta situación los que convivimos con él nos sentimos abrumados ya que en este momento en el que estamos intentando ayudarlo más que nunca, él solo reparte prepotencia y desprecio. No sé que se puede hacer con esta clase de personas, sinceramente el pensamiento que me atropella continuamente es que es imposible atajar el problema. Lo único que pienso es perderlo de vista.
Yo soy una persona bastante optimista, realizada, tengo muchos amigos y me siento bastante querida. Antes me importaba menos todo, la mayoría de las veces aunque me enfrentaba a él no conseguía hacerme demasiado daño, ahora a veces siento que los menosprecios me hacen sentir muy mal, y aunque casi siempre me sirven para impulsarme con mas fuerza hay momentos en los que me encuentro mas floja y me preocupa porque nunca he sido así, no quiero que me amargue la existencia.
Saludos a todos!! Vivir y dejar vivir!