La celebración del mensaje del Amor… ¡Feliz Navidad!
Este año voy a vivir la Navidad de una manera diferente.
Otros años he tendido a darle más importancia a felicitar el año nuevo, a salir un poco de esta parte religiosa que tienen estos días para encontrarme más con la parte simbólica de cambio de ciclo que significa un nuevo año, la vuelta de las vacaciones, etc. Pero en los dos últimos años recibí un precioso regalo, el reencuentro con el significado de lo que celebramos en Navidad.
Tras muchos años de búsqueda del sentido vital que no me proporcionaba la religión en la que había sido educado y que incluso rechacé, tras leer, estudiar, preguntarme e incluso viajar a tierras tan lejanas como Tibet, me he reconciliado con el mensaje de Jesucristo. Un evento significativo fue el encuentro con un sacerdote cristiano en la mesa de religiones que organizó la escuela española de desarrollo transpersonal y que me hizo reflexionar enormemente y volver a estudiar sobre Jesucristo. Mi conclusión, siento no entrar en detalles, quizá sea un buen tema para otro post, es que en el fondo todas las religiones y culturas que he conocido llegan a las mismas conclusiones básicas y en especial al Amor. Otra cosa es lo que hayan hecho con ese mensaje las personas encargadas de transmitirlo y si en algunas ocasiones, su parte más humana, ha distorsionado el mensaje original de libertad por otro de miedo y control.
Así que esta Navidad quiero celebrar, junto a mi familia y a las personas que quiero, el nacimiento de
Cristo y su mensaje que, por lo que nos ha llegado, se resume en dos:
– Ama a Dios sobre todas las cosas
– Y al prójimo como a ti mismo
Lo que ahora entiendo de este mensaje es Ama a Dios (la esencia del Ser) sobre todas las cosas (la materia). El mensaje de Jesucristo decía que él era el hijo del Padre, en definitiva que él era Dios. Pero no sólo él sino… ¡todos los seres humanos! No era una cuestión de adorarle a él por ser superior, ni tener que temerle o comprar la vida eterna a través de sacrificarnos. La vida eterna es lo que somos más allá de la materia, en esencia somos Dios, recuerdo como me fascinó ese saludo de la India, Nepal y Tibet: Namasté que ya vimos en otro post. Ese era un mensaje demasiado peligroso para el poder establecido y por eso los sacerdotes judíos (que no los romanos que se lavaron las manos) mandaron asesinar a ese hombre que mandaba un mensaje tan revolucionario. Dios no es un hombre de barba blanca y muy malos humos que está todo el día vigilando y enjuiciando para a la menor mandarte al infierno. Dios eres tú, Dios es tu prójimo y de ahí “y al prójimo como a ti mismo“. Primero tienes que aprender a amar a Dios dentro de ti para desde ahí, desde el Amor que eres, amar a Dios en los demás. No amar al prójimo pese a ti mismo, no amar al prójimo contra ti mismo y, mucho menos, amarte a ti sobre el prójimo que es un blasfemo.
Tanto Jesucristo, como Buda, como el Hinduismo, los Toltecas y estoy seguro que muchos otros, mandaban básicamente el mismo mensaje: cuando transciendes tus sentidos y te das cuenta de que, más allá de un ser humano limitado por tu cuerpo físico y su necesidad de supervivencia, eres parte del todo entonces encontrarás la Verdad y el Amor. Ya hemos dicho múltiples veces que donde hay Amor no hay miedo, que el miedo es lo contrario del Amor. Si vivimos en Amor estaremos ya en el cielo (hasta donde la limitación de nuestros sentidos nos permitan), si vivimos en el miedo estaremos ya en el infierno (de nuestros penda-mientos). Todo está aquí ya, mucho antes de morirnos, aunque nuestra esencia más humana y especialmente ese cerebro mamífero y reptiliano programados para sobrevivir nos alejen del mensaje, los seres humanos somos capaces de acariciar con la punta de los dedos gracias al desarrollo de la palabra (El verbo se hizo carne) y de la consciencia.
Desde mis limitaciones como ser humano (que se me han hecho tan presentes últimamente, como si me indicasen la necesidad de dar ese salto a sentir plenamente lo que mi verbo ya entiende) estas navidades deseo poder encontrar el camino para Amarme a mi mismo y Amar a mis personas más cercanas. Y quizá algún día, quien sabe donde podemos llegar, poder Amar Todo. Como dijo Buda, hasta que no se ilumine el último de los seres humanos yo no me iluminaré, lógico si en esencia todos somos uno.
Así que desde el corazón, todo el equipo de Avatar Psicólogos, te deseamos una muy Feliz Navidad junto a tus seres queridos y que el Amor que eres inunde tu casa.
Con todo mi Amor, te deseo que la magia de la Navidad te siga iluminando y te ayude a conseguir todos tus sueños.
¡Felices Fiestas!
Namasté
Genial reflexión Antonio, me emocionó y reconfortó ,aunque reconozco que tendré que releerla para integrarla.¡Feliz Navidad!Un abrazo
Dices que has vuelto a reencontrarte,creo que todos llevamos en nuestras raices la educación que no han dado desde pequeños y, aunque inconscientemente, las mantenemos, como te ha pasado a ti, algún día, la volvemos a encontrar, creo que yo la tengo latente pero no ha terminado de salir aún.
Aún así amo a Dios, creo que al projimo y a mi misma, no sé si como al projimo o menos, pero me siento plena o casi, no lo sé, aún tengo impulsos.
Quiero desear, tanto a ti como al equipo de Avatar, un feliz año 2014.
Que nueva visión de las religiones. Realmente sorprendente. Creo que yo también miraré con otros ojos todo esto.
Buen post!
Hola yo pienso que en realidad, todos tenemos un poco de psicologos. Ejemplo de esto es que vemos la actitud de alguien y podemos identificar enojo, tristeza,amargura, etc.
Pero eso no quiere decir que no hay la necesidad de prepararse. ¿NO?
Hola yo pienso que en realidad, todos tenemos un poco de psicologos. Ejemplo de esto es que vemos la actitud de alguien y podemos identificar enojo, tristeza,amargura, etc.
Pero eso no quiere decir que no hay la necesidad de prepararse. ¿NO?