Corazón de piedra
Su mirada se perdía en la inmensidad del mar, dejando que sus pensamientos se deslizasen arriba y abajo de unas olas que, hoy, habían decidido darle una tregua. Esa quietud contrastaba con la orgía de miedos que habían estado invadiéndole en los últimos días. No era capaz de encontrar un motivo concreto para tanta emoción desbocada, ni siquiera era tiempo de que sus hormonas jugasen a manejarla, aunque ya estaba acostumbrada a que las tormentas no tuvieran ni motivo, ni razón, ni explicación determinadas.
Había aprendido a transitar por ellas, a dejarse llevar por la corriente haciendo uso del mínimo esfuerzo que le garantizase no ser muy alejada de su camino. Había aprendido, más a la fuerza que por deseo, que el único remedio era mantenerse enraizada dejando que las turbulencias pasasen. Atrás habían quedado los tiempos en los que buscaba culpables, en los que se resistía a aquello que le venía, en los que se desesperaba luchando contra una fuerza invencible que, ahora comprendía, salía de ella misma.
Era como si le hubiesen regalado un corazón nuevo, un corazón de piedra que era más suave y permeable que el corazón abierto que tanto le había hecho padecer en el pasado. Ese corazón de piedra se hundía bajo las olas y desde la quietud del fondo observaba pasar juguetonas a las rítmicas olas y a las poderosas corrientes. De alguna manera, desde lo más profundo, las cosas se veían completamente diferentes, los sonidos perdían intensidad pero seguían teniendo la misma resonancia, la misma vibración que, bien traducida, permitía comprender mejor el mensaje. Y es que comprender no depende del volumen ni de la intensidad de los gritos con los que es transmitida la información, comprender para ella era cerrar los ojos y dejar que la vibración del mensaje acariciase su corazón. Desde ahí las imágenes surgían claras en su mente, desde ahí era capaz de comprender mejor lo que la otra persona sentía y le quería transmitir, más que lo que ella traducía en términos de sus propias vivencias y sensaciones. Era curioso descubrir nuevas formas que se alzaban dejando las antiguas creencias, antaño verdades incuestionables, como meras sombras ridículas al haber perdido su capacidad de imponerse. Era curioso descubrir como sin apenas esforzarse era capaz de surcar esas olas que durante toda su vida habían amenazado con ahogarla, destruirla, manejarla. Ahora no luchaba y, sin embargo, respiraba.
“Era curioso descubrir nuevas formas que se alzaban dejando las antiguas creencias, antaño verdades incuestionables, como meras sombras ridículas al haber perdido su capacidad de imponerse”… me encanta el post.
Algo resuena y una vez más…consciente…y presente y como consecuencia agradecida…respiro :-))). vaya trabajo mas bonito que haceis!! Gracias! Un abrazo. Leni.
ME ENCANTA EL SÍMIL DEL CORAZÓN DE PIEDRA!!!!
MÁS SUAVE porque todas sus vivencias lo han ido puliendo.
PERMEABLE porque es capaz de empaparse con cada gota de Amor que circula en el ambiente.
Incluso RESISTENTE y ADAPTABLE porque es capaz de evolucionar con los cambios vividos manteniendo su esencia.
Un corazón de piedra que por fin ha dejado de luchar contra sus limitaciones y ha decidido vivir disfrutando de sus posibilidades. No puede flotar sobre las olas pero puede hundirse para disfrutar desde lo más profundo hacia afuera.
Dices que “comprender no depende del volumen ni de la intensidad de los gritos con los que es transmitida la información” me gustaría añadir que disfrutar de la vida tampoco depende del volumen ni de la intensidad de las cosas que hacemos que ocurran sino de nuestro poder para dejar que esas cosas toquen, “acaricien” nuestro corazón.
Es curioso como cuando, en lugar de centrarnos en nuestras limitaciones, profundizamos en nuestras posibilidades somos capaces de VIVIR con mayúsculas.
Resulta sorprendente descubrir que nuestra lucha por tratar de mantener a flote algo que no puede ser, es lo que nos ahoga, mientras que, aquello a lo que tanto nos resistimos a veces, aquello que pensamos que nos va a ahogar, realmente es lo que nos da la LIBERTAD para VIVIR.
PRECIOSA HISTORIA!!!!
MUCHAS GRACIAS AVATAR POR ESTE SUPERREGALAZO!!!!
” No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos” El Principito.
Precioso post y preciosas las aportaciones de Lina y ESA :-). Muchas gracis a todos por vuestros REGALOS 🙂
Antonio,¿Hay alguna forma de poder escuchar la entrevista que diste el 18 de abril en la cadena ser sobre las claves para ser feliz en tiempos de crisis?
Muchas gracias.