Yo elijo, agradecimiento y conclusión.
Queríamos agradeceros profundamente vuestras ideas en el post anterior porque nos consta que esas elecciones que cada uno habéis hecho y compartido han servido de inspiración a los demás. Confiamos en tener ahora la fuerza para mantener nuestros compromisos y seguir caminando por ese camino elegido porque, aunque sabemos que es mucho más difícil elegir que dejar que los demás elijan por ti, sin duda ese esfuerzo redundará en nuestra libertad personal y nuestra felicidad.
Queremos cerrar esta idea con las palabras de una gran maestra, Virginia Satir, cuyas investigaciones en el campo de la terapia familiar dejaron una huella muy profunda en nosotros como terapeutas que compartimos que “una familia que estimula y aprecia las diferencias individuales, tolera los errores, donde la comunicación es abierta y las reglas de convivencia son flexibles, forma mujeres y hombres plenos”.
“En todo el Universo, no hay otra persona exactamente igual que tú. Yo soy yo, y todo lo que soy es único. Soy responsable de mí misma, tengo todo lo que me hace falta aquí y ahora para vivir plenamente. Puedo escoger manifestar lo mejor de mí misma, puedo escoger amar, ser competente, encontrarle un sentido a la vida y un orden al Universo, puedo escoger desarrollarme, crecer y vivir en armonía conmigo misma, con el resto de las personas y con Dios. Soy digna para ser aceptada y amada exactamente como soy, aquí y ahora. Me amo y me acepto, decido vivir plenamente desde hoy.”
Virginia Satir
Así como los musulmanes llevan a cabo el ritual de rezar varias veces al día para acercarse a su dios, nosotros deberíamos hacer lo mismo con estas palabras de Virginia Satir para acercarnos y conectar con nuestra Esencia.
Gracias por compartirlas.