Las cosas importantes de la vida no son casualidad
– “Las cosas importantes de la vida no son casualidad – le contesté a una paciente.
– “¿Entonces es todo un plan cósmico? ¿Está todo determinado?” – me respondió ella.
– “No, el plan cósmico es tu evolución, cómo tú lo llevas a cabo es indeterminado porque forma parte de tu libertad de elección. Tú lo vas buscando y creando. Cuando te desvías mucho de tu camino de evolución entonces, la vida, te recoloca. Normalmente de manera dulce, pero cuando te empeñas en agarrarte a tus defensas y a lo que es cómodo para tu ego puede que la recolección sea impactante y realmente dura.
Una de las cosas que tenemos que aprender es a sentirnos vulnerables. Si no hay vulnerabilidad no suele haber evolución porque nuestras defensas suelen ser muy rígidas y están construidas para que nada cambie, para mantenernos en ese estado de supuesta seguridad que nos limita tanto porque fue creado en un momento en el que nuestros recursos eran mucho menores de los que tenemos en la actualidad, cuando éramos niños.
El ejemplo más claro es el de la langosta. Su coraza la protege de los depredadores que quieren su sabrosa carne. Pero la coraza no crece y su carne si así que llega un momento en el que la carne es demasiado grande para la coraza que la contiene y empieza a producir un dolor que es señal inequívoca de que es momento de mudarla. Entonces la langosta entra en estado de máxima vulnerabilidad, se deshace de su coraza para poder crear otra más grande. Durante ese período suele esconderse entre rocas para no ser descubierta, es un proceso muy íntimo que requiere de soledad y recogimiento. Ese proceso se repetirá muchas veces en su vida porque su cuerpo nunca dejará de crecer, mientras que su coraza es rígida. Es imposible que tus defensas no te hagan daño, porque son mucho más estrechas que tu potencial“.
– “Y ese vacío que siento, se puede llenar?” – me preguntó retomando el tema que estábamos tratando, el del vacío que dejan eventos de nuestra vida que son percibidos como traumáticos y nos retan nuestra sensación de seguridad.
– “Por supuesto” – respondí. “Pero solo se puede llenar desde dentro, aunque todos estemos empeñados en que nos lo llene alguien desde fuera. Y esto no deja de ser normal porque, al fin y al cabo, la mayoría de esos vacíos se generaron en nuestra infancia, cuando necesitábamos que alguien desde fuera nos protegiese y no podíamos cuidarnos por nosotros mismos. Así que, ante cualquier acontecimiento que nos toca ese vacío, es ese niño interior herido el que toma las riendas de nuestra vida buscando alguien que le ofrezca aquello que merece, ser amado, protegido y cuidado. Pero ahora somos adultos y tenemos todos los recursos necesarios para cuidarnos a nosotros mismos, así que lo evolutivo es utilizar esos recursos para llenar nuestros vacíos. Hacer esto nos hará empoderarnos y que crezcamos desde nuestro interior, construirá nuestra seguridad personal que nos permitirá relacionarnos con los demás desde la seguridad, la igualdad y no desde la dependencia del otro. Pero eso es difícil, porque el cerebro que grabó ese vacío es muy poderoso y construyó grandes defensas para mantenerse alejado del dolor. Esas defensas son de las que hablaba antes y de las que tenemos que aprender a desprendernos porque ya sabemos el precio que pagamos por tratar de evitar el dolor, un permanente sufrimiento“.
Solo seremos libres si soltamos nuestras defensas, si conectamos con nosotros mismos combinando los recursos que ahora poseemos y el Amor que somos en esencia. Cuando nos permitimos sentirnos vulnerables en el dolor iremos construyendo quienes somos de verdad, más allá de la personalidad que construimos basados en nuestras defensas infantiles.
Y eso os deseamos desde Avatar Psicólogos para el año que entra, que en el 2020 sueltes tus defensas, conectes con el poder interior de tu esencia y despliegues todas tus posibilidades para vivir una vida llena de sentido y de gozo. Porque es en evolución como te sentirás pleno y lleno de vida. Deseamos que te des permiso para desplegar todo tu potencial y que la Vida se despliegue ante ti llenando de regalos tu corazón.
Si la vulnerabilidad no nos hace aparecer como victimas,nos da libertad para no forzar sitúaciones de crecimiento desde el amor verdadero con suavidad y como la langosta protegernos y vivir íntimamente el proceso, porque ella en esa transformación se siente una víctima potencial de sus depredadores y no hay que forzarla en su fortalecimiento, porque además es un proceso biológico, que lleva su tiempo implícito. Lo perfecto es enemigo de lo bueno.
Haciendo mi típica reflexión de fin de año iba a escribirla en face y me topo con este enlace qué dice exactamente ( y mucho mejor) lo que pretendía decir. Soltar defensas, permitirse ser vulnerable, dejar que el dolor pase por nosotros y así evitarnos pasar por sufrimiento…Todo esto resuena en mi interior. Se me ocurre pensar lo necesario que es hacer todo este camino en soledad porque aunque en algún momento de tu vida puedas necesitar a alguien que te guíe es importante también que más tarde o más temprano se tenga el valor de coger todas esas herramientas y echar a andar sin bastones, aprender a caminar aunque haya miedo y sin tener miradas de aprobación a tu alrededor. Todo camino hacia el interior de uno mismo duele, como aquí se compara con la langosta, pero la satisfacción que se siente el día que te miras al espejo y te ves por primera vez con ese amor qué antes buscabas fuera, no tiene precio. Cuando cruzas el barranco tú solo con tu mochila de inseguridades, nostalgias, apegos y comprendes que debes ir aligerando peso para llegar al otro extremo y cuando lo consigues ya entiendes que tendrás que hacer ese mismo camino seguramente varias veces en tu vida pero la diferencia está en que ya sabes que puedes recorrerlo.