La cuarentena. Introducción y Coherencia

Sandra Fernández, aparte de la creadora de la Bioingeniería Cuántica, es más que una amiga para mi, es una hermana del alma. Por eso cuando me habló de pasar cuarenta días en este enclave mágico del desierto del Sahara donde ya había disfrutado un proceso de transformación interno en junio, no me lo pensé mucho, era una experiencia que deseaba vivir.

Cuarenta días fuera del sistema, cuarenta días sumergido en los paradigmas de la Bioingeniería Cuántica, cuarenta días para bucear en mi mismo y acabar de anclar el proceso de transformación y libertad que empezó en mis inicios en la psicología y que ha sido una constante en mi vida. En cuarenta días es muy difícil escaparse, cuarenta días de retiro son muy largos para autoengañarse, cuarenta días fuera de mi vida “normal” son una cifra mágica utilizada en diversas culturas para hacer procesos de transformación y transmutación.

Así que, más allá de hacerme formador internacional de esta técnica cuyos resultados en los pacientes no paran de asombrarme, es un viaje para mi propia evolución, para completar un proceso de encuentro con mi coherencia interna, mi libertad y anclar profundo esos cambios. “Se quien se va, no se quién volverá” le dije a las personas más cercanas para mi… y la transformación ya ha comenzado.

Todos nos deberíamos permitir unos días al año para nosotros mismos, para revisar los paradigmas que gobiernan nuestra conducta, para observar las creencias que hemos ido aprendiendo de nuestros padres, de la sociedad donde hemos sido educados, para cambiar los valores y las instrucciones que han venido del exterior y reemplazarlas por las nuestras, para vivir la vida en coherencia con nuestro corazón, que es una de las máximas de la Bioingeniería Cuántica.

Y ese fue el tema del inicio, la calidad frecuencial y la coherencia ¿Qué ocurriría en nuestra vida si fuésemos completamente coherentes con nosotros mismos?

¿Y qué es la coherencia? La coherencia es traspasar la mente dual basada en el bien y el mal, en lo que hay que hacer y no se puede hacer, y escuchar el mensaje que llega de tu corazón ¿Qué es realmente lo que deseas hacer de corazón? Y luego llevarlo a la realidad, actuarlo, porque la coherencia también es alinear lo que sientes, lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Cada vez que no somos coherentes se produce un desorden informacional en nuestro sistema y esos desordenes son los que producen estancamiento, sufrimiento o enfermedad.

Una vida en coherencia es una vida plena, una vida de abundancia y satisfacción,

Así que os invito a que os toméis el pulso para conectar con vuestro corazón, no hay que hacer nada complejo, simplemente encontrar vuestro pulso en la muñeca, permanecer unos segundos escuchándolo y entonces, manteniendo la escucha al corazón, realizar la pregunta ¿Qué es coherente para mi en esta situación?

Y si queréis ir un poco más allá y descubrir lo que drena la energía de vuestra vida, con el pulso tomado preguntad ¿En qué estoy siendo incoherente en mi vida?

Hace falta valor para ser coherentes porque al sistema le viene mejor nuestra incoherencia, cuanto más vacíos nos sentimos más consumimos, cuanto más necesitamos satisfacer al otro somos más fácilmente manipulables, pero bueno, este es otro tema que quizá toquemos más adelante. Ahora simplemente, si así lo deseas, permítete investigar un poco en tu propia coherencia, date el regalo de descubrir que hay una manera mejor de vivir para ti y no olvides que la física cuántica ya nos ha demostrado que co-creamos nuestra realidad.

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